Me quedo de pie y también alzo la mano para saludarle.
- ¡Adiós! Hip... - saludé animadamente e hipando.
Miré a los alrededores. Sólo veía juegos de luces que danzaban a mi alrededor. Me pregunté dónde estaría mi habitación, y empecé a caminar hacia donde... ¿veía más luces? Bah, qué importa ya.