- ... ¿Y por qué diablos me sigues? - inquirí volteando para ver a Yosuke que me seguía unos metros atrás.
Resoplé y negué en desagrado. Ahora estaba en el lobby, que parecía que se iría a pedazos en cualquier momento, pero parecía un fingido intento de decoración. El papel tapiz se despegaba en los bordes, pero tenía una linda trama de media época. Los sillones también estaban algo raídos pero estaban relativamente limpios y la cobertura era preciosa, aunque lo habría sido más de estar en buenas condiciones.